Hay que reconocer que lo mínimo que puede decirse de la creativa y dinámica firma austríaca Pro-Ject es que constituye el punto de partida perfecto para entrar en el siempre actual -en parte por romanticismo y en parte por la perpetua constatación y revalorización de sus cualidades sonoras- universo del vinilo.
La razón es muy simple: gracias a una filosofía basada en la obtención de la mejor calidad posible por un precio muy competitivo -jugando en este caso con la nobleza de los materiales, la originalidad de los conceptos básicos y la simplicidad física de su ejecución- los ingenieros de la marca centroeuropea han conseguido poner a punto una extensa y muy bien pensada gama de modelos en lo que todo, desde el plato giradiscos propiamente dicho hasta el brazo de lectura e incluso el previo de fono, ha sido diseñado y construido “en casa” con idénticos niveles de exigencia.
De este modo, con un producto tan sencillo como cualquier giradiscos de la gama Elemental, Essential o Debut es posible alcanzar unos niveles de calidad sonora envidiables que barren cómodamente a los proporcionados por un sinnúmero de fuentes digitales. Por otro lado, la aplicación generalizad que hace Pro-Ject de su filosofía de diseño, consistente en trasladar progresivamente a sus gamas más asequibles los refinamientos tecnológicos desarrollados para sus series de referencia, permite que un número creciente de modelos se beneficien de soluciones a menudo muy sofisticadas.
Es, por ejemplo, el caso del galardonado modelo Debut Carbon, que por un precio verdaderamente democrático permite al usuario disfrutar del potencial sonoro aportado por un brazo con cuerpo de fibra de carbono, un plato de material acrílico y una suspensión de Sorbothane. El siguiente nivel en prestaciones puras (manteniendo siempre la excepcional relación calidad/precio marca de la casa) lo encontramos en la gama Classic, que abarca desde los versátiles y muy asequibles modelos 1Xpression y 2Xperience hasta los más elaborados 6perspeX y los exquisitos Xtension, brillando especialmente el imponente 12 Evolution, de prodigiosa musicalidad.
Por su parte, en un giradiscos de nivel medio/alto (excepcional en términos de relación calidad/precio) como cualquiera de los que configuran la serie RPM destaca el empleo de soluciones muy astutas para conseguir el máximo nivel de desacoplo mecanoacústico y llevar la precisión de la restitución y la construcción de escenas sonoras hasta unos niveles dignos del más genuino High End, todo ello revalorizado por una estética muy atrevida en la que forma y función están perfectamente integradas.
Pero la oferta de Pro-Ject no se detiene con sus giradiscos y sus brazos de lectura sino que encuentra su contrapartida en el ámbito de las electrónicas con su muy extensa gama de componentes en formato micro Box Design. Una gama cuyo monumental éxito comercial, fruto de una magistral combinación de diseño, versatilidad, tecnología (con uso alternativo de transistores y válvulas de vacío), sonido y precio, ha hecho que en la misma figuren ahora mismo desde selectores de velocidad controlados por cuarzo para giradiscos hasta amplificadores para auriculares, pasando por amplificadores integrados, preamplificadores de fono y de línea, etapas de potencia, sintonizadores de radio, reproductores de CD, procesadores digitales de audio y “streamers”.
Todo ello organizado en varias familias pensadas para diferentes tipos de usuarios que van desde las muy competitivas gamas Elemental, Classic y S hasta las más elaboradas DS y RS.