Los Grado SR60e han sido durante muchos años uno de los mejores auriculares calidad-precio del mercado y para muchos aficionados la vía de entrada a los auriculares de ciertas aspiraciones.
En esta nueva versión del clásico, los Grado SR60e, Grado mejora las prestaciones con una nueva caja acústica más precisa y un nuevo driver. Éste ofrece unos agudos más suaves, con lo que tenemos el sonido de siempre mejorado en los dos puntos que todos los aficionados demandaban: mejor detalle y unos agudos menos incisivos.
En líneas generales, las premisas del “sonido Grado” están presentes en todos sus modelos clásicos, y por supuesto también en los Grado SR60e aunque sean el representante más económico y popular de la serie SR. Graves rápidos, que no bajan mucho pero tienen buena pegada (más de caja de bombo), medios adelantados con un punto agresivo que te ponen las voces y guitarras en la cara y unos agudos bastante afilados que en esta nueva serie “e” han sido suavizados convenientemente para que sin perder ese punto cañero sean más agradables y no fatiguen en escuchas largas.
Por decirlo claramente, GRADO es GRADO. Quien busque unos auriculares correctos, planos, con un sonido de estudio… no lo va a encontrar en la mayoría de modelos de esta marca. Grado ofrece sonido americano, de calidad pero con una firma de sonido muy característica que los hace idóneos para rock, blues, metal… y en general cualquier género que parta de una voz, una guitarra eléctrica y una batería. No son los auriculares ideales para música clásica ni para jazz avantgarde, pero por lo demás se defienden bien con casi todo y lo bordan con guitarras y voces. Tanto si eres fan de Led Zeppelin, Springsteen, Dylan o The Doors, como si te van más los Sex Pistols, Ramones, o grupos punk o metal actuales, desde Rage Against the Machine a Mastodon o Metallica… probar unos Grado es casi obligatorio si quieres saber de qué va el mundillo de los auriculares. En este sentido, los Grado SR60e ofrecen un anticipo de lo que modelos superiores como los Grado SR225e o Grado SR325e llevan a cotas muy superiores.
La construcción es bastante espartana pero duradera, con todos los elementos, desde el cable a la diadema pasando por el conector, hechos más para durar que para ser bonitos. La estética es claramente retro y a nosotros particularmente nos gusta mucho. Son supraurales, por lo que aunque tampoco aprietan mucho la comodidad no es la misma que en los circumaurales y al cabo de un buen rato pueden molestar un poco. En todo caso no más que cualquier otro auricular de estas características y bastante menos que la mayoría de auriculares portátiles.
En resumen, la última mejora de unos auriculares clásicos y de sobra conocidos, sonido cañero para mover la cabeza al ritmo de las guitarras sin preocuparse tanto del balance tonal como de disfrutar con el sonido de una marca cuyo nombre va ligado a la historia del rock.
Sandra Sol –
¡Por fin tengo mis SR60! Después de leer sobre ellos en mil sitios como los auriculares para rock definitivos de los de precio que un currito como yo puede pagar, para mi cumple han caído estos Grado. Reconozco que la caja de pizza esa que traen echa para atrás y que al cabo de un par de horas me los tengo que quitar un rato, y que el cable es una cuerda de barco. Todo esto ya lo sabía, pero cuando me pongo a los Pixies o el Back to black se me pasan todos los males y me quedo con una sonrisa que bien vale los 99€ que me han costado.