Grado SR325x

Con su carcasa metálica, el auricular abierto Grado SR325x aporta una precisión quirúrgica a tu música que no encontrarás en el resto de la serie. Una mejor proyección de imagen del espacio entre los instrumentos ofrece una reproducción más clara de tu música en su escenario sonoro.

¿Cómo suenan los Grado SR325x?

Algunas de las maravillas del driver Grado son la claridad y el rango, revelando nuevas notas y detalles en canciones escuchadas cientos de veces. Con un equilibrio tonal, una dinámica, una imagen y un realismo superlativos, el Grado SR325x ofrece una presentación extremadamente detallada. Una nueva armonía.

Controlador de la serie X

Los drivers de 4ª generación de Grado han sido ajustados específicamente para el Grado SR325x, este nuevo diseño de altavoz presenta un circuito magnético más potente, una bobina de voz con una masa efectiva reducida y un diafragma reconfigurado. La reingeniería de estos componentes para sus transductores de 44mm mejora la eficiencia, reduce la distorsión y preserva la integridad armónica de tu música.

Nuevos cables y diadema

Junto con los altavoces, los cables y la diadema han sido rediseñados para el Grado SR325x. Alojados en un exterior más duradero, el cable de cobre super recocido de 8 conductores revela aún más tu música con una pureza mejorada. La nueva diadema de cuero presenta costuras blancas exclusivas del SR325x en la serie Prestige.

Fabricado a mano en Brooklyn

Cada Grado SR325x está construido a mano por el equipo Grado en Brooklyn. Estos auriculares van de banco de trabajo en banco de trabajo hasta que están listos para sus oídos.

En Grado empezaron a construir en una mesa de cocina en 1953, y cada experiencia desde entonces ha llevado a la creación del Grado SR325x.

El SR325X es el flagship de gama. Por ello, cuenta con diadema de auténtico cuero top-grain, resistente tanto al uso como a los productos capilares (ceras, gominas). Además, su diseño ha sido optimizado para resultar cómodo hasta durante las sesiones de escucha más largas.

Unos auriculares abiertos montados a mano en Brooklyn no solo para disfrutar de su gran sonido, sino también para lucirlos.