Los intrauriculares VSonic VSD1 marcan un antes y un después en la fabricación de auriculares baratos en cuanto a sonido y construcción.
La valoración que hacemos de los fabricantes de audio viene determinada por sus creaciones más ambiciosas. Ahí desarrollan sus ideas con mayor libertad, demuestran lo que son capaces de hacer a nivel técnico y marcan la linea de sonido que debe representar a la marca. Cuando hablamos de “sonido Sennheiser” pensamos en los HD650, no en los HD429 o los HD202.
Otra cosa que los fabricantes hacen es “estratificar”. Tienen una gama de 20 productos y los más baratos suenan notablemente peor que los que tienen por encima. De hecho, se busca “hacerlos peor” para que no dar pie a los matices ni a la más mínima confusión.
Pues bien, Vsonic no hace ni una cosa ni la otra.
En primer lugar, todos sus auriculares in ear tienen impresa la misma firma, ese sonido natural y equilibrado marca de la casa en el que “Bass Ed.” o “perfil en V” son matices, pequeñas concesiones al mercado hechas con el fin de evangelizar en el “Vsonicismo”. Desde el modelo más barato al más caro, todos los Vsonic suenan a Vsonic.
En segundo, siempre tratan de hacer lo máximo dentro del presupuesto, exprimiéndolo para sacar el mejor sonido sin pensar en qué harán luego y operando bajo la máxima optimista de que con mayor presupuesto seguro que serán capaces de hacer algo aún mejor.
El resultado de esta política han sido sucesivamente los modelos VSonic GR02, GR04, GR06 y ahora llega el turno de los Vsonic VSD1 y VSD1S. Todos ellos coinciden en una cosa: por sonido y calidad general sobresalen tremendamente en la gama mediabaja, expandiendo notablemente los límites de la categoría hasta auriculares de casi 100€.
Centrándonos en el sonido propiamente dicho, los auriculares VSonic VSD1 parten de una gráfica que eleva ligeramente los graves, con una clara potenciación de la zona alta de estos para aportar pegada y, en menor medida, tienen un punto más en la zona de agudos buscando darles un poco de chispa sin llegar a ser en V. Podríamos decir que son la interpretación de Vsonic del perfil de sonido comercial que se viene llevando los últimos años, “crisp and punchy”, brillante y con pegada. Pero como a Vsonic no les sale hacer unos auriculares en V pura y dura, este realce no resulta exagerado ni retrae los medios. Como ya comprobamos con los auriculares in-ear VSonic GR07 Bass Ed. en Vsonic son capaces de hacer sonar unos auriculares con una personalidad algo diferente sin que dejen de ser los mismos.
Los graves tienen buena textura y calidad, son rápidos, enérgicos, y aunque no destacan por una gran profundidad, tienen buena pegada por el realce que se les ha dado en la parte alta. Los medios no se quedan retrasados y mantienen un excelente timbre y detalle, con mucho cuerpo, realzado en parte por la presencia de los graves. Los agudos son cristalinos, llegando bastante alto sin resultar excesivos (no suben tanto como los GR07), con un excelente nivel de detalle y precisión. Mucha gente considera los VSonic VSD1 o VSD1S como los hermanos pequeños de los GR07 y no andan desencaminados.
El soundstage es el habitual en los dynamic drivers de la marca: enorme. El sonido fluye y se expande permitiendo una gran focalización y separación de instrumentos, sin saturarse ni agolparse por compleja que sea la escena. En cuanto a detalle, es el más alto que se haya visto en auriculares de este precio y hay que irse a auriculares de gamas mucho más altas o a balanced armatures para encontrar mayor detalle.
La comodidad está muy lograda, tanto cuando se usan hacia abajo (sistema tradicional) como por encima de la oreja. El nivel de sellado es bastante aceptable con las tips normales. El cable es distinto del utilizado en los VSonic GR07, VSD3S o VSD5, similar al de los antiguos VSonic GR01 y VSonic VC1000, más fino y con cierta microfonía que se puede solucionar facilmente usando la pinza que traen. Finalmente, la construcción es excelente para unos auriculares de este precio y mejora el diseño y ergonomía de los anteriores VSonic. En cambio no llega al nivel de Srobustez de los modelos superiores, que los superan tanto en este aspecto como en diversidad de complementos. Pero bueno, para hacer unos auriculares tan excepcionales a este precio por algún lado había que recortar.
Para concluir, estamos ante un órdago de Vsonic al mercado y a ellos mismos. Una apuesta que pone el listón muy alto y que sin duda marca el lanzamiento de estos auriculares como un antes y un después en lo que a calidad/precio se refiere. Después de los VSonic VSD1/VSD1S, todos vamos a pedir mucho más por nuestro dinero.
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